Ricky Martin rompe con los paradigmas

En la Quinta Vergara se suele entender que se necesitan varios artistas y varios días para tener jornadas inolvidables. Lo que ocurrió el 3 y 4 de diciembre fue que Ricky Martin le dio un mazazo a esa teoría, si alguien realmente la quiere sostener. Porque es la primera vez que un artista, en solitario, logra llenar dos noches y debutar de la manera que lo hizo Ricky Martin envuelto en la atmósfera de una sinfónica que erizó la piel de los más de 13.000 espectadores que llegaron a este icónico lugar, donde uno de los artistas latinos más transversales del mundo, ofreció un espectáculo que perdurará en la memoria de quienes vinieron desde distintas ciudades a ver el primero de sus dos shows.

Tal como rezaba la promesa: lo vivido esta noche fue una verdadera explosión de los sentidos, más allá de los formatos elegidos y de lo que la imaginación podía llevar a suponer con este show de Ricky Martin. Un artista de talla mundial que decidió que Chile fuera uno de los tres países donde presentaría su versión del modo Sinfónico, espectáculo que mostró en Los Ángeles y con el que hoy llegó a la Quinta Vergara, un escenario emblemático de nuestro país. Y esta noche repasó sus casi 40 años de una carrera sólida y llena de éxitos.

Con “Ricky Martin Sinfónico” el ganador de múltiples Grammys se presentó junto a 60 músicos clásicos locales y nueve integrantes de su banda. Llevó a su público por las más diversas rutas y sensaciones: se enamoraron, recordaron, se emocionaron hasta las lágrimas, bailaron, corearon cada uno de los éxitos incluidos en el show y sobre todo, gozaron de esta noche única. Fue un verdadero privilegio haber disfrutado de este magnífico show, muy atractivo y con formas especialmente diseñadas. Un espectáculo inteligente, creativo, con una fusión perfecta de lo sinfónico y el sabor del pop, con un imponente despliegue en escena, con foco puesto en el talento instrumental, en su voz, en sus éxitos. En fin, un equilibrio perfecto.

La velada musical comenzó con “Pégate”, y la fiesta explotó enseguida. Luego llegaron “Volverás”, “Gracias por pensar” y “La bomba”. Y también incluyó último sencillo “Ácido sabor”.

Erigido como un ídolo popular, aclamado, querido, súper reconocido, talentoso y carismático, el artista continuó con “Disparo al corazón” y luego vino “Vuelo”, de su primer disco homónimo.

La noche estuvo llena de éxitos. El público expiraba felicidad. Así, llegó el turno de  “Vuelve”; “Te extraño, te olvido y te amo”; “Asignatura pendiente” y “Tiburones”. Y acto seguido la orden fue ¡a bailar!, para ello venía una buena artillería bien sabrosa que partió con “Lola”, siguió con “Livin’ la vida loca”, “La copa de la vida” y “Vente pa`ca”.  

Terminamos una noche mágica y exquisita. Vimos, por supuesto, a un Ricky Maritn cálido y cercano con su público, perfecto en lo musical, con sus acostumbrados cambios de look, movimientos sensuales y con la alegría y amor de este reencuentro.

Mañana… escribiremos una nueva historia.